1. Una Capa Extra de Independencia
Mientras millones de hogares quedan desconectados, tú seguirás contando con lo esencial: luz, calor, comunicación.
No dependerás al 100 % de una red anticuada que ya ha demostrado su vulnerabilidad.
2. Protección Familiar en Situaciones Reales
No se trata solo de encender una lámpara. Se trata de poder refrigerar alimentos, mantener activo un cargador o un dispositivo médico, y proteger a los tuyos cuando todo alrededor se detiene.
3. Silencioso. Discreto. Invisible para el resto.
A diferencia de los generadores a gasolina, tu sistema funciona sin ruido ni humo. Nadie sabrá que tienes electricidad, y en una crisis, eso puede marcar la diferencia.
4. Fácil de Montar. Sin Técnicos. Sin permisos.
No necesitas herramientas especiales ni conocimientos técnicos.
Con una tarde libre y las instrucciones paso a paso, puedes dejar tu hogar listo para resistir un apagón prolongado.
5. Libre de combustible y complicaciones
Olvídate de hacer colas para comprar gasolina, lidiar con motores ni recambios. Una vez implementado, el sistema requiere una supervisión mínima y está pensado para usarse durante años sin grandes ajustes.
6. Funciona donde estés
Vivas en un piso en el centro o en una casa rural, el sistema se adapta a tu espacio y a tus necesidades. No necesitas jardín, garaje ni reformas. Solo voluntad de estar preparado.
7. Tranquilidad que no tiene precio
Saber que, pase lo que pase con la red eléctrica nacional, tu familia no dependerá del azar ni del tiempo de respuesta de terceros, es algo que no se puede comprar…
Pero sí se puede construir.